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Archivos Mensuales: diciembre 2017

SUPERSTICIONES Y RITUALES PARA FIN DE AÑO

SUPERSTICIONES Y RITUALES PARA FIN DE AÑO

Por: Jose Manuel García Bautista

Llegada la fecha mágica de fin de año, prestos a recibir -de la mejor forma posible- de nuevo año, el 2018, son muchas las personas que hacen todo tipo de rituales para que les sea un año propicio.

El año, para comenzarlo correctamente debe iniciarse tomando las doce uvas de la suerte, hay que comerlas todas, seis deben ser rubias y seis morenas (verdes y moradas), con cada uva debe visualizarse un deseo para el año que entra y de esa forma potenciar el ritual de la noche mágica del cambio de año.

Se debe vestir una prenda íntima de color, dependiendo del mismo será nuestra petición sobre lo que queremos tener en el nuevo año: rojo para el amor, amarillo o dorado para el dinero, blanco para la paz espiritual, verde para el trabajo, azul para la salud, nunca debe vestirse ropa interior negra, aunque sea muy elegante y apropiada para esa noche.

Otra tradición por cumplir es la de brindar con cava, signo de felicidad y su color dorado sirve como ‘imán’ para la prosperidad. Si durante el brindis introducimos algo de oro en el interior atraerá, igualmente, al dinero -cuidado con tragarse el anillo-.

Un ritual importante para la noche de fin de año y año nuevo es la escribir tres deseos en una hoja de papel, ese papel se dobla y se deja en contacto con la piel toda la cena de fin de año para quemarlo en año nuevo, los deseos deben cumplirse.

También se suele hacer un muñeco, de paja, de tela, de cera, en él ponemos algo nuestro y lo malo, escrito en un papel, que nos ha ocurrido en el año saliente, todo deberá quedar atrás cuando lo prendamos (fuego) y no se deberá repetir en el nuevo año teniendo un efecto positivo sobre la persona.

Para comenzar bien el año se debe besar a una persona del sexo contrario nada más terminar los brindis, es un gesto que servirá para potenciar la unidad y el amor, seguro que en torno a nosotros está nuestra pareja o familia, ellos deben ser los elegidos.

Entrar el año con buen pie es importante, por eso se debe pisar con el pie derecho nada más acabar las doce campanadas, si no sabes como hacerlo ponte a la ‘pata coja’ sobre el pie derecho, así no habrá confusiones. Eso garantizará un buen año.

Comer una cucharada de lentejas también nos aportará la vitalidad para tener un buen año. Pero no vale cenar lentejas, se debe tomar una cucharada de ésta legumbre nada más acabar las doce campanadas, tras los brindis y saludos familiares, si se hace asegurará buena suerte para los doce meses del año.

Para llamar a la ‘prosperidad’ y a tener el ‘armario’ lleno nos deberemos de ponernos la ropa interior al revés esa noche, al menos durante la despedida del año y recibimiento del nuevo, posteriormente se puede poner en su orden-posición normal.

Quemar velas esa noche, de un solo color, es importante, como con la ropa interior tiene también sus analogías, así la fortuna viene determinada por lo colores donde el amarillo atraerá la abundancia, el rojo la pasión, el azul la tranquilidad, el verde la salud, el blanco la estabilidad. La velas deben ser de un solo color.

Importante será tener la casa bien iluminada toda la noche, la luz será un punto referencial y no debe haber ningún lugar de la casa a oscuras, todo el hogar debe estar iluminado para que el nuevo año llegue con luz, con claridad y se aparten las energías negativas y oscuras.

En una noche así cualquier ritual es válido para atraer a la prosperidad, uno de los rituales más extraños es llenar un cubo de agua en la mañana del último día del año, al acabar de dar las campanadas debe haber absorbido las malas energías, entonces debemos tirarlo a la calle, por la ventana, o al inodoro, como símbolo de dejar todo lo malo atrás.

Y, finalmente, abrir las ventanas de la casa para que salgan las malas influencias de todo el año y entren nuevos aires, nuevos vientos de felicidad. También se puede sacar las maletas a pasear, fuera de casa, como indicio de nuevos proyectos.

En cualquier de los casos permítanos desearle lo mejor para todo el año 2018. ¡Feliz año nuevo!

 
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Publicado por en diciembre 31, 2017 en Tradiciones

 

MURILLO Y LA VIRGEN DE LA SERVILLETA

MURILLO Y LA VIRGEN DE LA SERVILLETA

Por: Jose Manuel García Bautista

Murillo era ya un pintor muy cotizado y de gran prestigio en España, e incluso en Europa. En cierta ocasión estaba pintando en el convento de los Capuchinos, allí un hermano lego le llevaba el almuerzo a diario. Al acabar el retablo se quedó contemplando su trabajo y el mismo hermano lego que lo atendía le dijo: «¿Podría vuestra merced regalarme un pequeño dibujo en recuerdo de su trabajo y mi asistencia en este lugar?» y Murillo le dijo: «¿Qué queréis que os dibuje?».

En aquella fascinante conversación el lego le contestó: «Una virgencita a la que rezaré todos los días en mi celda».

Murillo conmovido no tenía lienzo a mano y tomó una servilleta sobre la que pintó una Virgen con el Niño en brazos, y se la entregó al lego quién quedó impresionado con el regalo.

Murillo además hizo mucho por Sevilla, creo así la Escuela de Artes de Sevilla en la casa de la Lonja.

Murillo murió como consecuencia de un accidente de trabajo, con 60 años se dispuso a pintar «Los desposorios de Santa Catalina» del convento de los Capuchinos de Cádiz. Cuando terminó el cuadro sufrió una caída del andamio e impactó con el suelo quedando herido de gravedad. Fue trasladado en carruaje de Cádiz a Sevilla sonde murió el 3 de abril de 1682.

No se puede negar la belleza de la estética de muchas de estas leyendas que, desde luego, hacen que reflexionemos sobre lo magnífica que es la Sevilla más desconocida, la de sus historias más oculta e ignoradas.

 

NO FUE UN OVNI: AVISTAMIENTO EN SAN JOSÉ DE LA RINCONADA Y LA ALGABA

NO FUE UN OVNI: AVISTAMIENTO EN SAN JOSÉ DE LA RINCONADA Y LA ALGABA

Por: Jose Manuel García Bautista

Varias fueron las personas que durante la tarde-noche de ayer, 29 de diciembre de 2017, me llamaron o enviaron un mensaje indicándome que sobre la vertical de las localidades sevillanas de San José de la Rinconada y La Algaba se estaba bien unas potentes luces en el cielo que durante toda la tarde habían permanecido sobre el lugar. Las llamas eran de personas inquietas que, incluso, temían que aquellas luces pudieran ser, o indicar, algo más…

Mi buena amiga Sandra, que ya informó sobre el OVNI visto en Brenes este verano del que informé a través del programa “Andalucía Directo” de Canal Sur TV / RTVA me ofreció diversas grabaciones con el fenómeno mientras otros vecinos, alarmados, seguían telefoneándome y preguntando al respecto.

Lo primero que me extrañó de todo ello fue la larga permanencia del fenómeno sobre el cielo sevillano, según me comentaba la testigo, Sandra, llevaban “varias horas allí, desde la tarde”; otros testigos con Juan Cruz o Miguel Rubio me señalaban “llevan ahí desde que comenzó a oscurecer, serían las 18:30 de la tarde, hasta ahora que son casi las 23:00 h”. Ese dato es clave pues el fenómeno OVNI Es mucho más esquivo que todo ello.

En una rápida llamada a un contacto en el Control de Vuelo de Sevilla me informó que en la zona se registraba el habitual tráfico aéreo y más al ser parte del corredor aéreo de Sevilla. No obstante la luz a este caso vino de la mano de mi amigo el investigador y divulgador José J. Villalón, vecino de Cantillana, que me indicó algo crucial: “¿Has visto el OVNI de La Algaba y alrededores?” y comenzamos una breve conversación en la que me indicó:

[22:51, 29/12/2017] Jose Villalón: Bauti que tal? Se están viendo una luces “raras” dirección Alcalá del Río.
[22:51, 29/12/2017] Jose Villalón: Me han avisado dos personas.
[22:52, 29/12/2017] Jose Villalón: Yo intentaré en cuanto llegue a casa mirar con el telescopio.
[23:31, 29/12/2017] Jose Villalón: Olvídate, acabo de verlo y son láser de discoteca. Es lo que dices, a mi también me extrañó que una hora después aun siguiera el “fenómeno” y siempre con el mismo patrón! Los haces de luz se distinguían sutilmente con el telescopio.

Y es que las condiciones metereológicas en la tarde-noche de ayer hacían el caldo de cultivo perfecto como para que la refracción originara ese extraño fenómeno luminoso que tenían una clara explicación, todo era cuestión de indagarla.

*La imagen no se corresponde con el avistamiento del 30/12/17, sólo ilustra

 
 

FENICIOS EN SEVILLA

FENICIOS EN SEVILLA

Por: Jose Manuel García Bautista

La primera persona que se asentó en Sevilla fue un navegante de origen fenicio que se llamaba Melkart. Este era una persona curtida, que desafío a todos y a todo por llegar a las orillas de esta ciudad remontando el Guadalquivir. Este mismo río, con alguno cambios, que ahora ves cruzar por los piragüistas y los barcos de recreo para turistas, el mismo río teñido por la verde pátina del tiempo y que nos dice que lleva aquí desde que Sevilla no era ni tan siquiera una ciudad… Pues ese mismo navegante fenicio fue el que se asentó en Sevilla y abrió los canales de comercio con otros pueblos de la vieja Iberia y de aquella remota Andalucía. Melkart habría conseguido el comercio de las pieles, de todo, e incluso de la plata de las minas de Almadén… de la plata, de ahí el nombre de esta bonita localidad.

Pero cuando Melkart murió ya había otros muchos colonos fenicios en Sevilla y la figura de Melkart era casi mítica, una leyenda viva así que se comenzó a exagerar su vida, hazañas y aventuras, casi idealizando un héroe y llegó el momento en el que el bueno de Melkart da un salto su nombre de latiniza a Herakles, y de ahí a Hércules, quién, fíjate en este detalle… Se apoderaría de los toros del rey Gerión en uno de los trabajos o pruebas que los dioses someten a Hércules, guardando relación con el monopolio de las pieles de toros y Sevilla.

Melkart es Herakles, es nuestro Hércules, el que está en lo alto de las columnas de la Alameda de Hércules, hay dos figuras, una es Hércules, como fundador, el otro es Julio César como gobernador que fue de Sevilla, dos personajes muy importantes que no debes olvidar nunca. Para los griegos y los romanos Herakles o Hércules fue un dios, para nosotros un fundador, y Julio César fue un emperador que salvó a Sevilla y le dio el estatus a los sevillanos de ciudadanos de Roma en el año 45 d.C… Eso, en la Historia, tendría una repercusión importantísima ya que permitió a sevillanos como Adriano o Trajano.

Sevilla además está íntimamente relacionada con Turdetania y con Tartessos, si bien el término turdetanos sólo aparece a partir del siglo III a.C. , con la presencia del Imperio Romano en la península ibérica. Son diferentes autores los que usan esos dos nombre para llamar a toda esta zona, y no unos autores cualquiera, serían personajes de la talla de Polibio, Apiano, Mela, Plinio, Estrabón y Livio, así los turdetanos serían los herederos de los tartesios que luego serían absorbidos por la cultura fenicia y que serían ubicados en la parte occidental de Andalucía, entre Huelva, Cádiz y Sevilla, en la desembocadura del Guadalquivir o en sus proximidades, siendo los turdetanos una cultura diferente a la íbera.

Fue el griego Estrabón quién más escribió sobre Turdetania, hacía el año 1 d.C., realizando una semblanza histórico-geográfica sobre todo ello. Así Estrabón describía en su Límites de la Turdetania y las ciudades (III,2,1): «La Tourdetania, a la cual riega el río Baítis, extiéndese al interior de esta costa por la parte de acá del Anás; al Oriente, por parte de los karpetanoí y algunos oretanoí; hacia el mediodía, por los bastetanoí, que habitan la estrecha faja costera que se extiende de Kálpe a Gádeira y del Mar Exterior hasta el Anas. También pueden adscribirse a ella los bastetanoí, de los cuales dije ya que habitaban en la Tourdetanía, así como las gentes que ocupan el otro lado del Anas y gran parte de sus vecinos. Tanto en su latitud como en su longitud, el tamaño de esta región excede de los dos mil estadios (unos 400 km. en ambas direcciones axiales). Las ciudades son, empero, numerosísimas, pues dicen ser doscientas. Las más importantes por su tráfico comercial son las que se alzan junto a los ríos, los esteros o el mar. Entre ellas destacan Kórdyba, fundación de Markéllos, y por su gloria y poderío, la ciudad de los gaditanoí… La más ilustre después de esta ciudad y la de los gaditanoí, es Híspalis».

Estrabón menciona igualmente (en III, 2, 2), a Itálika (Itálica), Ilipa (Alcalá del Río), Mounda, Atégoua (Ategua), Oúrson (Osuna), Toukkis (Tucci o Itucci, que podría ser Martos), Oulía (Montemayor), Aígoua, Keltikoí o Konístorgis (Algarve) y Asta que sería Mesas de Asta, en los esteros de Jerez de la Frontera en el Bajo Guadalquivir. Todas originadas en la llamada edad de Bronce final con rasgos orientalizantes de la influencia de fenicios y tartésicos.

Tendrían como límite occidental al río Guadiana, y a oriente son los carpetanos y oretanos que limitaban la Turdetania, es decir, la antigua frontera de Tartesos. La costa sería bastetana, cuyos pobladores habitaban la Turdetania, y podrían corresponderse con antiguas factorías o colonias fenicias.

Estrabón habla de la vida en las orillas del Guadalquivir y escribe de esta zona: «Se llama Bética, del nombre del río, y Turdetania, del nombre del pueblo que lo habita; a estos habitantes se les llama turdetanos y túrdulos que unos creen que son los mismos; más según otros dos pueblos distintos. Polibio está entre estos últimos, pues dice que los turdetanos tenían como vecinos por el norte a los túrdulos. Hoy día no se aprecia diferencia entre ambos» (III, 1, 6).

Sobre Hércules escribía igualmente: «Pero es mejor aun lo que vamos a recordar: la expedición de Heraklés y la de los phoinikes a estos parajes diéronle (a Hómeros), de sus habitantes, la idea de un pueblo rico y de buena condición; así, pues, su sujeción a los phoinikes fue tan completa, que hoy día la mayoría de las ciudades de Turdetanía y de las regiones vecinas están habitadas por aquellos». Y prosigue: «Pero las primeras noticias fueron debidas a los phoinikes, que dueños de la mejor parte de Ibería, de la Libyé, desde antes de la época de Hómeros, quedaron en posesión de estas regiones hasta la destrucción de su hegemonía por los rhomaíoi». (Estrabón, III, 2, 13).

Para Estrabón, Herakles era un fenicio y un dios posterior que se incorporó a la mitología de otros grandes pueblos navegantes, guerreros y conquistadores como los griegos o los romanos. Así pues se reconoce a través de sus crónicas el influjo orientalizante del pueblo fenicio en esta zona de Andalucía y no la helenización griega, igualmente la importancia fenicia en la protohistoria del Bajo Guadalquivir.

Y luego serían otros muchos los que escribieron sobre Hércules y Sevilla, por ejemplo Beroso quién decía en sus crónicas: «Hércules el egipciano fundó Sevilla cuando vino a esta comarca». Diodoro Sículo: «Hércules recorrió África y llegó al Estrecho de Gades por donde penetró en España y fundó Sevilla». Heródoto dice: «Gerión fue muerto por Hércules» identificando a Gerión como rey de los tartesios cuyo reino tenía en las proximidades de Sevilla y podría tener alguna correspondencia con la propiedad del Tesoro del Carambolo.

En otras culturas también se habla de Hércules así Hamed Ar Razi o el Moro Razis, historiador, escribía: «Yo he visto los libros de Hércules, y consta en ellos que fundó a Sevilla».

En las crónicas de Alfonso X el Sabio, en la Crónica General de España del maestro Florián de Ocampo o en la Historia de Sevilla del presbítero Alonso de Morgado, o el mismo Rodrigo Caro, el historiador de Sevilla, que decía: «La tradición dice que Hércules fundó Sevilla, es tan admitida que no parece digna de ser reprobada». Y así es admitido por el propio Ayuntamiento sevillano y por la Real Audiencia de Sevilla otorgándole credibilidad y honor a este hecho legendarizado.

 

EL FUNDADOR DE SEVILLA

EL FUNDADOR DE SEVILLA

Por: Jose Manuel García Bautista

Relacionado directamente con Sevilla tenemos a Hércules que se dice que fundó la ciudad. Romualdo de Gelo en su Historia de Sevilla dice: «La primera referencia escrita que tenemos del nombre de Sevilla la hace Julio César en su Bellus civile (La Guerra civil) y la cita Híspalis. Es posible que la cita más antigua sea en realidad la de Estrabón, pues seguramente la tomó de sus fuentes griegas habituales para la Turdetania, como Artemidoro o Asklepíades. En textos griegos de Ptolomeo y Dión Casio figura ISPALIS, mientras en otros de los latinos Cayo Plinio Segundo, Pomponio Mela y Silio Itálico, se cita HISPAL.

Que el nombre signifique ciudad construida sobre ‘estos palos’ his palis es una aportación de san Isidoro en sus Etimologías (XV,1,71): Hispalis autem a situ cognominata est, eo quod in solo palustri suffixis in profundo palis locata sit, ne lubrico atque instabili fundamento cederet. Y no hay que desecharlo, como expresa A.M.Canto, primero porque era hombre culto y leído; segundo, porque era sevillano; y tercero, porque en realidad se ha comprobado arqueológicamente, como la posición de la ciudad además sugiere, que realmente tenía zonas palafíticas. Yo siempre he preferido la explicación por palus, -udis: laguna, terreno pantanoso, que es donde se ubicaba Hispalis. Y en realidad se ubica, como demuestra el Guadalquivir cada vez que le da la gana. Por muchas cortas que hagan el agua busca su camino… Y, después de todo, palus, -i y palus, -udis tienen una raíz común.

Quizá sea esta acepción la más acertada y compartida en la actualidad dado el origen lacustre de la ciudad, evidente y demostrado arqueológicamente, por su proximidad al río y sobre todo, porque en los tiempos en que se iniciaron los primeros asentamientos humanos en este entorno, (c. 3500-4500 a.C.), el Lago Ligustino aún no se había reducido de manera sensible, (los últimos vestigios de aquel antiquísimo lago son las marismas del Coto de Doñana).

De la etapa visigoda, por la numismática se conoce su denominación, pues en una moneda acuñada en el reinado de Leovigildo, (568-586) figura escrito SPALIS, en tanto que en otra del reinado de Recaredo, (586-601), hijo y sucesor del anterior, se graba ISPALI.

Cuando en el verano del 712 Muza Ibn Nusayr y su hijo Abd al-Aziz toman la ciudad no hacen otra cosa que pronunciar en su lengua el nombre visigodo que esta tenía, pero como en su lengua no existe el sonido P lo pronunciaron B y nació el ISBILIYA, pues la terminación YA es muy común en los topónimos árabes.

En el s. XVI Benito Arias Montano con conocimientos profundos sobre varias lenguas antiguas sostuvo que Hispalis era latinización de una denominación anterior de origen semítico, SPAL, que en fenicio significa llanura, tesis muy compartida en la actualidad por muchos investigadores.

Algunos árabes y marroquíes invasores la llamaron HIMS. Sobre el año 742-743 llegó a Al-Andalus una tercera oleada compuesta por emigrantes de distintas zonas dominadas por los musulmanes a fin de colonizar los campos de las regiones ocupadas. Los procedentes de Damasco ocuparon la zona de Granada; los que venían de la región del Jordán se establecieron en Archidona y Málaga; los que partieron de Palestina fueron a ocupar Medina Sidonia; los de Egipto se repartieron entre Murcia y el Algarve portugués, los venidos de Quinastín se quedaron en Jaén y por último los que salieron de Siria se quedaron en Isbiliya y Labla (Niebla). Aquellos emigrados fueron los que se propusieron, en recuerdo de la hermosa ciudad siríaca de Hims llamar a nuestra ciudad Hims Al-Andalus, pero el cambio duró poco tiempo, de la misma manera que tampoco perduró el que siglos antes Julio César decidió denominarla JULIA ROMULA HISPALIS, pero eso era muy largo para los sevillanos».

 

 

DIOSES NACIDOS EL 25 DE DICIEMBRE

DIOSES NACIDOS EL 25 DE DICIEMBRE

Por: Jose Manuel García Bautista

La historia de las religiones siempre han orbitado en torno a una figura cargada de un aura de santidad. Personajes que englobaban una serie de ideales y doctrina de paz que llevó, posteriormente, a toda una religión que, con el tiempo, se asentó o cedió su lugar a nuevos cultos, por ejemplo el cristianismo.

Muchos de ellos tienen muchos paralelismos. Nacidos de una madre virgen cuyo acontecimiento ‘vaticinó’ un fenómeno astronómico desconocido e insólito, con una vida de predicación desde joven, llena de prodigios donde se sanó a enfermos, se revivió a los difuntos, en la que sufrió persecución y muerte y se resucitó de entre los muertos. Pudiera parecer que se está narrando la vida de Cristo, y así es, pero también de Buda, de Krishna, de Horus y muchos otros. La lista es larga.

Estos son aquellos que nacieron un 25 de diciembre y cuya vida es sospechosamente similar a la de Jesús de Nazaret.

Horus, nació en Egipto en el año 3000 a.C.

Zaratustra, nació en Persia en el año 1000 a.C.

Krishna, nació en India en el año 900 a.C.

Heracles, nació en Gracia o Turquía en el 800 a.C.

Mitra, nació en Persia en el año 600 a.C.

Buda, nació en Nepal en el año 563 a.C.

Dionisio, nació en Grecia en el año 500 a.C.

Tammuz, nació en Babilonia en el año 400 a.C.

Hermes, nació en Grecia el 25 de diciembre, en el año 200 a.C.

Dionisio, nació en Fenicia en el año 200 a.C.

…y finalmente Jesucristo, que nació en Belén (Israel) en el año 0 a.C.

Y nuevamente nos asalta una duda: ¿Pudo haber ‘inspiración’ de otros textos y personajes religiosos para inspirar pasajes de la vida de Cristo? Posiblemente, pero ni los eruditos se ponen de acuerdo.

 

HISTORIA ENIGMÁTICA DE SEVILLA

HISTORIA ENIGMÁTICA DE SEVILLA

Por: Jose Manuel García Bautista

Paseo por nuestra ciudad, por Sevilla, entre aroma a azahar y el frescor del río, del río que la cruza y que le da vida, de nuestro Guadalquivir, de nuestro Baetis, de aquel río que navegaran desde los antiguos tartesios, íberos, fenicios, romanos, normandos… Descubridores, conquistadores. Pero ¿se ha preguntado alguna vez por qué se llama esta ciudad Sevilla?

El nombre de esta ciudad no siempre fue Sevilla, los musulmanes –que tanto nos dejaron– la llamaban Ixbilia, que a su vez era una derivación del nombre romano de la ciudad: Híspalis. Pero no es fácil saber de dónde viene el nombre de Sevilla, se cree que la ciudad estaba construida en un terreno muy pantanoso en tiempos remotos, en lo que antes fue un lago llamado el Lago Ligustinos y que pillaba uno de los brazos del Guadalquivir, pues allí mismo, a sus orillas eligió un pueblo asentarse y sobre aquel lecho tan movedizo fijaron sus casas hincando palos sobre el terreno formando una gran solería de palos sobre los que irían las casas.

Incluso San Isidoro de Sevilla afirma que el nombre de Híspalis vendría de ahí, de ese origen del primer asentamiento de la ciudad. Luego, años después, siglos después, el profesor Blanco Freijerio dijo que al construirse el cine Imperial aparecieron en el subsuelo una gran cantidad de palos apilados como los que se describían para la construcción de aquel primer asentamiento en el lugar en el que se supone que estaría ubicada la orilla de aquel primitivo lado luego zona pantanosa.

Pero hay otros estudiosos que piensan que el nombre podría tener su origen en pal que significaría llano, ya sabes que a Sevilla le dicen: Sevilla la llana, que sería de origen fenicio, y así Sevilla vendría a significar ciudad llana como otras de origen fenicio como Palamós o Palafrugell.

Es curioso que los más heterodoxos dicen que el nombre de la ciudad procede del tartesio Spal, que significa tierra baja. Luego llegarían los romanos y lo latinarizaron por Híspalis y luego llegarían los musulmanes que dejarían su nombre en Isbilia o Ixbilia y de ahí Sevilla.

 

EL MISTERIO DE ANÍBAL GONZÁLEZ

EL MISTERIO DE ANÍBAL GONZÁLEZ

Por: Jose Manuel García Bautista

Reconozco que siento particular «devoción» por uno de los más grandes arquitectos de Sevilla: Aníbal González. Me rindo ante su saber, antes su pasión arquitectónica y todo lo que nos quiso decir más allá de la arquitectura pues, como yo lo defino: es nuestro particular Gaudí.

El arquitecto sevillano Aníbal González es el autor de obras insignes en la ciudad tales como la emblemática Plaza de España, el Museo de Arqueología, la Casa de las Concha, la Casa de los Montoto y otras muchas edificaciones donde ese evocador costumbrismo derrochaba sevillanía y andalucismo por los cuatro costados, y escribo a la luz del conocimiento y del corazón.

Mucho podría escribir sobre Aníbal González -más aún lo que me guardo, que eso es un secreto- pero hoy quiero acercarles a conocer un detalle que incluso aquellos que rindieron homenaje al arquitecto quisieron tributar…

El monumento a Aníbal González tiene dos metros de altura y está ubicada en el Parque de María Luisa, el mismo que contiene su obra cumbre, «la obra entre las obras» como me gusta llamarla: LA PLAZA DE ESPAÑA. La Plaza de España debió haber sido redonda, es decir, doble, lo que vemos ahora más una general que conformarían un círculo, con todo lo que ello significa  y representa… Pues bien, en su escultura podemos encontrar algo que es un pequeño guiño y un pequeño y simbólico gesto, un secreto. Así sus autores, Manuel Nieto, Guillermo Plaza y Manuel Osuna, tuvieron unas circunstancias personales que los unieron aún más… De esa forma quisieron esconder algo: «En un principio, pensamos en ponerle una especie de pin en la solapa de la chaqueta y a partir de ahí decidimos ponerle algo escondido para que la gente lo buscara. Finalmente, decidimos hacer un pequeño homenaje a nuestros hijos, porque en el transcurso de la realización de la escultura, los tres fuimos padres. Así que le pusimos tres manos, una por cada uno de nuestros hijos» matiza Guillermo Plaza.Sólo el fundidor sabía ese mensaje nacido del corazón que, sin dudas, Aníbal González, habría aprobado.

Desde el Ayuntamiento de Sevilla lo tomando bien: «La verdad es que después de inaugurarse le contamos a los responsables del Ayuntamiento lo que habíamos hecho y les hizo mucha gracia. No obstante, las manos están tan escondidas, que se no altera el diseño o imagen de la escultura» indica Manuel Nieto.

De esa forma, hasta más allá de la muerte la curiosidad, el simbolismo, está presente en la figura de Aníbal González constituyendo su estatua lo que se denomina «un huevo de Pascua» pues contiene un secreto que hay que buscar. Aunque su figura esconde muchos más secretos.

Un secreto más… Los nombres de esas manos: Guillermo, Irene y Alejandra. AL fin y al cabo Aníbal perseguía el Conocimiento a través de la Arquitectura y, puede, que lo consiguiera…

 
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Publicado por en diciembre 23, 2017 en Historia

 

SUPERSTICIONES Y LOTERÍA DE NAVIDAD

SUPERSTICIONES Y LOTERÍA DE NAVIDAD

Por: Jose Manuel García Bautista

El día 22 de diciembre es, tradicionalmente, el día grande de la suerte, aquel en el que el divino azar recae sobre unos jugadores que depositan muchas ilusiones en unos boletos que llamamos Lotería de Navidad.

Sobre la Lotería de Navidad hay mil tradiciones y anécdotas, una de ellas nos dice que en la fecha del sorteo del mismo se marca como el inicio de las Navidades en España. Un sorteo en el que los boletos, o décimos, comenzar a estar disponibles -a la venta- en el caluroso mes de julio.

Como anécdota decir que desde 1812 jamás se ha cancelado uno sorteo ni siquiera por la Guerra Civil. Y hay números con suerte y números a los que la suerte no les ha sonreido en tantas ocasiones, como el caso del 1 que tan sólo ha sido agraciado 8 veces. Actualmente hay 180 series, pero en 1959 sólo eran 8.

Los números más buscados son los que tienen que ver con eventos importantes ocurridos en el año, en 2014 es la fecha de la muerte de la Duquesa de Alba o la entrada en prisión de Isabel Pantoja. Igualmente se buscan fechas de cumpleaños, aniversarios, el nacimiento de un hijo o una fecha de boda.

También los hay fieles a los número y juegan durante toda su vida al mismo pensando que acabará tocando, y tal vez sea así, si no el Gordo al menos un premio importante.

Dice la superstición que pasar el décimo por el lomo de un gato negro aumenta las posibilidades de ganar, o pasar el décimo por el vientre de una mujer embarazada o la espalda de un jorobado. Si la Lotería no toca no se preocupe, se dice que si no te toca si ganarás en salud, es lo que se llama la “lotería de la salud”.

Otros consejos es entrar a comprar el décimo en la administración con el pie izquierdo y asegurarse de que el lotero entregue el billete con la mano derecha. Cuando hay cola para comprar el décimo de la lotería hay que ponerse a la izquierda en los días impares y a la derecha en los días pares. Otra costumbre o superstición es comprar lotería de lugares donde ha ocurrido tragedias ya que, de dice, que la suerte premia a estas regiones.

 
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Publicado por en diciembre 22, 2017 en Tradiciones

 

EL MISTERIO CÁTARO

EL MISTERIO CÁTARO

Por: Jose Manuel García Bautista

Cuando uno viaja por el Sur de Francia y contempla sus bellos paisajes admira el poder de la Naturaleza y, ¿por qué no?, el poder de Dios, porque sin dudas en Dios debían pensar aquellos hombres que dieron su vida por un ideal, por el valor de su Fe…

Viajaba hacía Rennes-le-Château mientras François Durrant, mi acompañante me iba narrando lo que íbamos viendo en aquellos verdes parajes. En Carcasonne me hizo de guía improvisado por un lugar que conoce como nadie: su recinto amurallado y la historia que encierra, con un poder y un misterio que creo que pocas localidades pueden encerrar… o entender. Y pronunció una palabra que en aquel viaje cobró especial significación: cátaros.

Los cátaros o albigenses fue un movimiento religioso gnóstico muy popular en la Europa del medievo, sobre todo en la mitad occidental. El término albigense se debe al cronista Geoffroy du Breuil of Vigeois en el año 1181 debido a la ciudad occitana de Albi (o Albiga) aunque su centro cultural estaba situado en Tolosa (Toulouse, Francia), también se les llamaba paulicianos. Corría el siglo X y los miedos del milenio turbaban las mentes de los religiosos de la época así como de la nobleza y el pueblo. Sobrevivieron a las manías persecutorias de aquel envite y lograron establecerse en la zona del Languedoc francés, en las denominadas como tierras del Mediodía francés gozando de la protección de los señores feudales afines a la Corona de Aragón.

Sus orígenes perseguidos también hay que encontrarlos en las herejías maniqueas bizantinas teniendo muchas afinidades con los bogomilos de Tracia y los referidos paulicianos. Los primeros cátaros aparecieron en Lemosín hacia el año 1012, más posteriormente aparecieron en otras localidades cercanas teniendo allí su centro cultural. No obstante el Sínodo de Charroux y de Tolosa en los años 1028 y 1956 condenaron a los cátaros y a la influencia Occitana… quizás por qué la nobleza de Occitania encabezada por el duque de Aquitania creía firmemente en sus predicamentos contemplándonos de forma beneficiosa para sus territorios.

Las creencias cátaras se apoyaban en la idea de una dualidad creadora (Dios y Satanás) mientras predicaba la salvación mediante vía ascetismo rechazando del mundo material que era considerado como demoníaco. Evidentemente era seguido por una minoría –muy entre comillas– y la Iglesia Católica consideró un práctica y doctrina como heréticas… en un tiempo en el que el poder de la Iglesia era casi absoluto… y no se admitían otros credos bajo la acusación de herejía que era un pasaporte a la muerte.

La herejía cátara hundía sus raíces en el gnosticismo y el maniqueísmo, siendo radicales en su forma de entender la Fe. Para ellos lo material, lo físico lo creó Satán, al estilo del Demiurgo de los gnósticos. «El Reino de Dios no es de este mundo. Dios creó cielos y almas. El Diablo creó el mundo material, las guerras y la Iglesia Católica». La Encarnación de Cristo era un medio de corrupción para los cátaros ya que el cuerpo físico sólo es una envoltura de la simiente angélica. Para ellos «el pecado se produjo en el cielo y que se ha perpetuado en la carne». Además para los católicos, «a fe en Dios redime, mientras que para los cátaros exigía un conocimiento del estado anterior del espíritu para purgar su existencia mundana».

Para los cátaros «las almas se reencarnarían hasta que fuesen capaces de un autoconocimiento que les llevaría a la visión de la divinidad y así poder escapar del mundo material y elevarse al paraíso inmaterial. La forma de escapar del ciclo era vivir una vida ascética, sin ser corrompido por el mundo», todo ello según sus Perfectos que eran los herederos de los apóstoles, pudiendo «anular los pecados y los vínculos con el mundo material de las personas».

La ceremonia de eliminación de los pecados se llamada consolamentum y se otorgaba a las personas en trance de muerte. Tras recibirlo el cátaro era animado a dejarse morir para evitar la contaminación tras el rito, contaminación que introduciría mediante los alimentos…

Los cátaros también negaban el bautismo por ser mediante el rito de la purificación del agua y en su doctrina ser un elemento impuro así como ser tenido por una creación de Juan el Bautista y no por Jesuscristo. Abolían el matrimonio con fines de reproducción ya que era «un error traer un alma pura al mundo material y aprisionarla en un cuerpo». También rechazaban comer alimentos como los huevos, la carne y la leche.

En ascetas, castos y vegetarianos además «interpretaban la virginidad como la abstención de todo aquello capaz de terrenalizar el elemento espiritual». Además creían que Jesús no se hizo hombre para salvar a la Humanidad de sus pecados sino que fue una aparición que pretendía mostrar el camino a Dios, el camino correcto.

Todo ello molestaba profundamente a la Iglesia así como el número de adeptos que tenía, pero también era objetivo de la Iglesia acabar con cualquier competencia sirviéndose para ello de las leyes eclesiásticas y de la acusación de herejía… Peor aun cuando llegó a oídos de los jerarcas de la Iglesia otro de los preceptos cátaros: «creían que el dios Yahvé descrito en el Antiguo Testamento era realmente el Diablo, ya que había creado el mundo y debido también a sus cualidades («celoso», «vengativo», «de sangre») y a sus actividades como Dios de la Guerra». Y los cátaros negaban el Antiguo Testamento… Además les estaba prohibido jurar con lo cual jamás hubieran jurado en falso los preceptos de la Iglesia Católica…

En el año 1209 la Iglesia pide la ayuda a la monarquía francesa para erradicar el catarismo y se organiza la llamada Cruzada Albigense. Ello supuso que su práctica fuera casi penada y llevada a lo secreto, a lo clandestino… incluso el término cátaro era asociado a lo que precisamente el catarismo combatía: el Demonio. También era llamada la secta de los tejedores por el hecho de ser los tejedores y vendedores de tejidos sus principales difusores en Europa occidental. Corría el último tramo del siglo XIII.

Llegados a este punto el papa Eugenio III en el año 1147 conminó a los afectados en la fe católica a detener el movimiento cátaro. Se registraron éxitos en acciones de Bernardo de Claraval, del cardenal Pedro a Tolosa y Tolosado en 1178 y del cardenal Enrique, de Albano en 1180 y 1181, eran misiones armadas pero no lograron extinguir el catarismo.

Se realizaron diferentes concilios, nuevos concilios como el de Tours en 1163 o el Tercer Concilio de Letrán en 1179, pero nada detuvo a los albigenses hasta la llegada de Inocencia III mediante la definición de fe del Cuarto Concilio de Letrán.

Hubo voluntad por resolver el conflicto cátaro por cauces pacíficos pero la solución no parecía cercana… Inocencio III otorgó permisos para que bajo el miedo a la excomunión pudiera convencer a los infieles… por no decir –en la época– aquello de herejes. Pero la nobleza seguía apoyando a los cátaros e incluso una parte del clero de Occitania contemplaban con buenos ojos a aquella pacífica gente.

Se excomulgó al conde de Tolosa Raimundo VI en el 1207 vía Pedro de Castelnau, monje del Cister… Y comenzó el año de sangre ya que el legado fue asesinado en las proximidades de la abadía de Saint Gilles el 14 de enero de 1208, este hecho desencadenó la llamada Cruzada Albigense.

Felipe II de Francia dirigiría aquella cruzada pero este rechazó al estar enfrentado en ese momento con Juan Sin Tierra, así tras rechazar a Pedro el Católico, que juró lealtad a la Santa Sede y a cuyos dominios pertenecía el asentamiento cátaro, la Iglesia se encontraba ante la tesitura del liderazgo de aquella cruzada que finalmente recaería sobre Felipe II de Francia, Pedro el Católico y Alfonso II de Provenza, hermano de rey de Aragón.

Aunque se organizaron matrimonios de conveniencia para aunar reinos y poder con el que combatir un posible ataque nada parecía detener aquella cruzada. Raimundo VI de Tolosa dirige el ejército cruzado a Trencarel con el conde de Valentines, el conde de Auvernia, el vizconde de Anduze y los obispos de Burdeos, Bazas, Cahors y Agen.

Se produce la batalla de Béziers, pretendía acabar con los habitantes de las bastidas o villas fortificadas que se les resistieran, muchas se rindieron sin combatir a excepción de Carcasona rendida por falta de agua. Simón de Montfort conquista los bastiones cátaros de Bram, Minerva, Termes, Cabaret y Lavaur entre 1210 y 1211, es el momento en el que se actúa contra los cátaros, condenándoles por herejía a morir en la hoguera.

En 1213 Inocencio III traza la paz en la zona del Languedoc sin embargo Pedro el Católico y Simón de Montfort (polos opuestos), en el sínodo de Lavaur, rechazan la conciliación, así el rey aragonés se declara protector de todos los barones occitanos amenazados y del municipio de Tolosa. La situación armada era extrema y estalla en la batalla de Muret, el 12 de septiembre de 1213, Pedro el Católico defensor de Raimundo VI y de los poderes occitanos, es derrotado y asesinado y Simón de Montfort entra en Tolosa acompañado Pedro de Benevento, nuevo del nuevo legado papal, y del hijo de Felipe II Augusto de Francia, Luis. El Cuarto Concilio de Letrán en noviembre de 1215 de desposee del título de conde a Raimundo VI y reconocería a Simón de Montfort como conde de Tolosa.

En 1217 se declara una nueva revuelta en Languedoc dirigida por Raimundo el Joven –Reimundo VII de Tolosa– que acaba con la vida de Simón de Montfort y devuelve al trono de Tolosa a Raimundo VI, padre de Raimundo el Joven. En 1229 finaliza la guerra en virtud del Tratado de París, por el que se desposeía a la Casa de Tolosa de buena parte de sus feudos y a la de Beziers dominada por los Trencavel de todos sus bienes.

La Santa Inquisicón comenzó a operar en aquel año en el sur de Tolosa, Albí, Carcasona y otras ciudades durante todo el siglo XIII y gran parte del XIV, y el movimiento se fue debilitando hasta casi su desaparición… En el 1243 se comienza a hostigar Montsegur dándole sitio, durante un año se mantuvieron sitiados por las tropas del senescal de Carcasona y del arzobispo de Narbona. El 16 de marzo de 1244 fueron apresados diferentes líderes cátaros junto con sus seguidores que fueron quemados en el denominado prat dels cremats (prado de los quemados) al pie del castillo.En el Concilio de Narbona en 1235 mediante la bula Ad extirpanda (1252) se decretó castigos contra todos aquellos que fueran encontrados sospechosos de simpatizar o ayudar a los cátaros.

Sin embargo la Historia también nos cuenta, en torno a ello, cmo el acontecimiento más aterrador en torno a los cátaros fue aquel que se vivió el 16 de marzo de 1244, en Montsegur resistían los últimos cátaros que eran asediados por las tropas papales de Inocencia IV, sabiéndose que el fin les llegaría pronto hicieron sacar todo su tesoro de aquella escarpada fortaleza, los portadores del mismo hicieron una señal con sus antorchas al emplazamiento cátaro y fue el momento en el que estos comenzaron su final emulando a los últimos de Masada… Se inmolaron, crearon una gran pira de fuego y se fueron arrojando a ella, todos murieron antes que adjurar de su Fe. Fue el épico final de los cátaros, de los albigenses…

Su tesoro jamás fue encontrado, para muchos aún está escondido en los montes y cuevas del Langedoc, para otros fue hallado por un sacerdote llamado Berenger Sauniere, y para otros es parte de una bonita leyenda de tesoros perdidos con pocos visos de realidad… ¿O no? Sería casi siete siglos después, en 1944, cuando un equipo de investigación nazi buscó el tesoro cátaro teniendo en Otto Rahn a uno de sus máximos exponentes… ¿Quién dijo que el tesoro cátaro era una leyenda que alimentaba la imaginación de los jóvenes? Los nazis creían que había un germen de verdad en todo ello y se afanaron en su búsqueda… pero eso es ya otra historia.

 
 
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