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Archivos Mensuales: junio 2018

FRAUDES PARANORMALES

FRAUDES PARANORMALES

Por: Jose Manuel García Bautista

Cuando se investigan y divulgan casos presuntamente paranormales todo puede parecer “muy bonito” donde los casos son reales y donde lo imposible se manifiesta ante el investigador, sin embargo la realidad es bien diferente y sólo muy pocos casos se libran de una criba donde fraudes voluntarios o involuntarios protagonizan un buen número de los mismos.

La fenomenología que abarca este tipo de fraudes es amplia, desde las casas encantadas al fenómeno OVNI pasando por falsos casos de videncia e, incluso, apariciones marianas y todo el espectro que nos dejamos en medio y que alcanza toda materia susceptible de poder lograr metas tales para el que perpetra el fraude como reconocimiento, dinero, popularidad… Pero revisemos algunos de ellos y que nos sirvan de ejemplo.

En el fenómeno de los supuestos contactados tampoco falta nuestra correspondiente ración fraudulenta. En éste caso se debe analizar psicológicamente al testigo y entrevistarlo repetidamente para comprobar la solidez del supuesto mensaje ajeno a nuestra Tierra y a veces nos encontramos con algunas curiosidades.

Encarnación X
En el caso de Encarnación X tuvimos una buena muestra de fraude sin mala fe. Encarnación X comenzó a adquirir cierta notoriedad en Sevilla y en una conocida barriada de la misma ciudad tras predecir acontecimientos que sucederían posteriormente. Se levantaba gritando cualquier tragedia de madrugada y ponía en guardia a todos los vecinos del bloque donde habita.

Tras investigar el caso descubrimos una mojada realidad: Encarnación X solía despertar junto con su marido sobre las 5´00 de la madrugada para despedirlo cuando éste iba al trabajo. Cuando su marido se marchaba Encarnación gustaba de “mojarse los labios” en una copita de ginebra, lo malo del tema es que la copita suponía media botella… Mientras tenía en la radio sintonizada Radio Nacional de España Noticias (RNE) y su estado ebrio le hacía recibir esa información en un estado de semi-inconsciencia (como si se tratasen de mensajes subliminares si se me permite el símil). El escuchar cualquier tragedia recobraba un poco el sentido y se ponía a gritar por la terraza el mensaje recibido de una supuesta entidad (para ella) que no era más que la radio retransmitiendo las noticias más rabiosamente actuales…, el resto lo harían los propios vecinos al atribuirle cualidades que ésta señora creyó que realmente poseía y la propia forma de ser de esta región del Sur de nuestro país.

Marcianos del más acá
Otro caso de supuesto contactado fue el don Manuel Flores. Don Manuel decía haber sido testigo de la salida de las aguas del Guadalquivir, a la altura de la localidad sevillana de Coria del Rio, de una nave circular con el anagrama de “UMMO” en su panza o parte inferior. Afirmaba haber sido visitado, para silenciarlo, por el ejército español y norteamericano y de haber colaborado en la realización del “Libro Azul” (!).

Aparte de todo ello decía recibir frecuentes comunicaciones de los “extraterrestres” y poseer ciertas dotes clarividentes. Pero la verdad de éste penoso caso era el desequilibrio mental del testigo y las enormes ganas de popularidad del mismo. Fue lamentable. Como a Don Quijote los libros de caballería, a Don Manuel se le habían ido a la cabeza demasiadas historias de extraterrestres haciéndose difícil separar la realidad de la ficción…

Lo imposible en Dos Hermanas
Los mensajes del “vidente” nazareno Carlos Jesús no dejan de ser curiosos. Éste señor alcanzó cierta cómica popularidad en un programa que presentaba Alfonso Arús en Antena 3 TV y en el que hacían una parodia del fútbol español y de cualquier persona o cosa objeto de sus bromas. En él aparecía Carlos Jesús que decía recibir mensajes de Raticulín y Ganímides de una entidad llamada Micael…

Ésta entidad se introducía en su cuerpo y se transfiguraba en él dando paso a comunicar su “importante” mensaje. Aparte de ello, nuestro amigo ganimidiano dotó a nuestro particular vidente-iluminado-sanador-contactado del poder de curar y sanar a las personas con sus manos de forma gratuita pero… Se aceptaba la voluntad.

Éste señor decía poseer todos estos poderes desde que un día vio una gran luz y se le comunicó que tenía esos poderes. Investigando el caso pude comprobar como las transfiguraciones de Carlos Jesús más que dudosas, así también me lo hicieron ver otros investigadores de la localidad nazarena. Éste buen hombre se ponía las manos en la cara y decía: “¡Uf, uf,ahora soy Micael!” y se quitaba las manos de la cara dejando ver una expresión relajada-sonriente que no decía y hacía ver críticamente ninguna transfiguración. Sus sanaciones eran inexistentes y la luz que vio en su día fue un accidente más terrenal que divino. No obstante son muchos los que aún visitan y creen en el vidente de Dos Hermanas.

OVNIs “made in Marchena”
También hemos tenido la oportunidad de explorar “in situ” supuestas huellas de naves extraterrestres en los campos sevillanos. Huellas que aún permanecían en la seca y necesitada tierra de los cultivos andaluces. En la localidad de Marchena tuvimos la ocasión de comprobar como en la tierra se había dejado un supuesto OVNI cuatro marcas circulares de un diámetro de unos 25 centímetros.

Lástima que investigando y analizando tales huellas comprobáramos la ausencia de restos metálicos, alteraciones magnéticas, chamuscamiento del terreno, etc… A la conclusión que se llegó es que tales huellas habían sido provocadas por un objeto doméstico (se usó el mismo para realizar las cuatro marcas) imprimiéndolo contra el terreno. Poseía una pequeña muesca perceptible en las cuatro marcas y mostraba claramente el origen fraudulento de las mismas.

Luces nocturnas se ven muchas, y fenómenos dados a confundirse con la realidad ufológica son igualmente cuantiosos, pero la voluntariedad de un acto de fraude insta al investigador a evaluar más seriamente todas aquellas pruebas y relatos sobre experiencias ufológicas o paranormales de las que son conocedores.

Más miedo que realidad
Los casos de fantasmas o poltergeist son igualmente interesantes e igualmente dados a la realización de un fraude.

En una conocida calle sevillana muy cerca de la popular Alfalfa se alza un viejo edificio de tétrico aspecto. En éste edificio vivían diferentes vecinos aterrados por la presencia de fantasmas en el piso que cierra planta. Ruidos extraños, cadenas que se arrastran, gemidos, extrañas luces, chillidos, historias de asesinatos y demás…Todo era un interesante caso que no dejaba de recordarme el de los “Fantasmas del Cine Fantasio” ya investigados por mi persona hace unos años.

Cuando pasé la noche con todo el equipo de grabación e investigación en un piso vecino al originario de tales ruidos y extraños fenómenos no encontré nada que me pareciera proveniente de otros mundos y si más cercanos al nuestro, sobre todo cuando interrogando a los propietarios del inmueble me afirmaban no escuchar nada cuando el resto de sus vecinos se alarmaban. Esto no encajaba. Haciendo mis averiguaciones descubrí que estos eran los dueños del edificio y que sus vecinos habitaban el mismo en un régimen de alquiler vitalicio o algo similar, pero con los derechos para sus legítimos propietarios. No quise seguir la teoría y me lancé de nuevo a la investigación de campo en pro de resolver del extraño enigmas de tan “encantado” edificio sevillano.

Las grabaciones realizadas durante toda la noche fueron muy útiles y en una comparativa del sonograma del espectro de voz indicaron que se trataban de las mismas voces humanas, algunas recordaban a la de los propietarios entrevistados días antes. Todo resultó bastante sencillo y cuando se le comentó el resultado a los mismos casi se les cae el techo encima de la impresión y con las pruebas impresas en las manos. Por supuesto lo negaban todo pero era demasiado evidente. Al final medio confesaron que ellos lo que realmente querían era desalojar “voluntariamente” el edificio para venderlo a una conocida inmobiliaria que pagaba muy bien los metros cuadrados del inmueble y es que ¡hay gente para todo!

Un fantasma muy particular
En ocasiones nos podemos encontrar situaciones límites que más producto de lo paranormal suelen ser producto de la sugestión y el miedo a lo paranormal (valga el juego de palabras).

No se puede considerar un fraude, sólo un error de percepción, un error que puede llegar a inducir que se está ante un fenómeno inexplicado.

Eso es lo que le sucedió a una familia en la sevillana barriada de Villegas. Allí comenzó todo una noche en la que una de las tres hijas que tiene el matrimonio (de 12, 15 y 19 años) se levantó de madrugada a beber agua, medio adormilada encaró el pasillo que conduce a la cocina y pudo ver, al final del mismo, una cara que “la miraba”. La veía en la oscuridad, de forma tenue brillaba.

La chica, espantada, entró en la habitación de sus padres -de fuertes convicciones religiosas- y contó lo que había visto. El padre, temeroso, se levantó y pidió a su esposa y su hija que rezaran hasta quedarse dormidos.

A la mañana siguiente, la hija mayor ya se había marchado al trabajo, la mujer, la madre se levantó con miedo. A llegar al pasillo no había nada. Respiró aliviada creyendo que todo podía haber sido imaginaciones de su hija pequeña y su marido. Él juraba que lo que había visto era real y su hija coincidía con lo que el padre afirmaba.

Decidieron no decir nada al resto de integrantes de la familia. Al caer la noche nuevamente se produciría el evento “paranormal”. La chica volvió a levantarse y vio aquella cara al final del pasillo. Esta vez no quiso llamar a sus padres y lo contó a su hermana de 15 años. Ésta se levantó y al ver la cara salió corriendo a la cama y se tapó la cabeza.

El clima de tensión iba en aumento y decidieron llamar a los investigadores de lo extraño en Sevilla. Lo primero que se hizo es entrevistar a todos y cada uno de los testigos que había visto aquella cara. Curiosamente las dos últimas noches, coincidiendo con el fin de semana, no se había visto nada.

La mayor de 19 años no había visto nada pero el resto de la familia parecía coincidir: era la cara evanescente de alguien que desde el final del pasillo los miraba, sólo se distinguían algunos rasgos, pero era evidente que lo que estaban viendo era algo real.

Así las cosas se les pidió a la familia que conviviera unas noches con un equipo de investigadores que tratarían de no interferir en el discurrir normal que tenían. Al caer la noche se ocupó una salita contigua desde la que hacer mediciones, pruebas de psicofonías y repasar la historia del lugar.

Sobre las 2:00 de la madrugada llegó la hija mayor. A las 2:38 de la madrugada una voz resonó: “ahí está”, alertándonos de la presencia de la cara misteriosa. Lo primero que hizo el equipo fue asomarse y comprobar cómo, realmente, algo había al final del pasillo. Y lo más sencillo fue encender la luz…¡Sorpresa!

Realmente descubrimos al fantasma: se trataba del estampado en fluorescente de la camiseta de la hija mayor. De estar con ella puesta y recibir la luz se “carga” y brilla en la oscuridad durante un tiempo limitado para ir perdiendo intensidad. Al llegar a casa dejaba la misma en una silla, extendida sobre el respaldo de una silla para que no se arrugara. Al salir de la habitación, en el pasillo, lo que se veía era la cara fluorescente en la camiseta y daba lugar al equívoco.

Lo más sencillo, y lógico, hubiera sido encender la luz pero el miedo atenazó a aquella familia que dio por sentado que había un “fantasma” en su casa. Un error, sugestión y miedo que mantuvo en vela a la familia durante algunas noches y que aprenderán a que no es fantasma todo lo que se aparece.

Son sólo algunos casos que sirven de muestra para ilustra que el mundo de la investigación paranormal a veces no es lo que parece y que un caso bueno sale cada cientos malos. Fraudes, errores de percepción, miedo, sugestión y mil motivaciones, desde el contemplar este tipo de fenómenos como una posibilidad para lograr ingresos extras hasta una vía para salir en medios de comunicación y tener cierta popularidad. Es donde el investigador de este tipo de casos debe saber separar el grano de la paja sabiendo que hay más casos de los unos que de los otros y que lo paranormal es un “raya en el agua” donde mucho es el esfuerzo y pocas son las recompensas más allá de la pasión por un tema llamado Misterio.

 

INVESTIGANDO LO IMPOSIBLE

INVESTIGANDO LO IMPOSIBLE

Por: Jose Manuel García Bautista

Cuando se inicia una investigación, de tipo paranormal, son muchos los aspectos a estudiar teniendo en cuenta que la opción paranormal siempre es la última que todo investigador riguroso sopesaría, antes hay que buscar todas las explicaciones racionales que expliquen satisfactoriamente un presunto caso tildado como tal.

En mis casi 30 años dedicados a investigar estos fenómenos –desde el tema OVNI hasta las apariciones marianas, pasando por los fantasmas o las casas encantadas- he encontrado a muchas personas dedicadas a lo mismo, de forma desinteresada, altruista, en un trabajo duro en el que se ofrecen los resultados, casi siempre, a cambio de nada.

Uno de esos grupos, con el que tengo el placer de investigar y gozar de su amistad, es con GPS, formado por Lorenzo Cabeza y Carmen Bravo. Juntos hemos estado en mil y un lugares presuntamente encantados y hemos tenido también la oportunidad de vivir hechos inexplicables.

Hoy vamos a recorrer algunas de las investigaciones del grupo GPS (Grupo de Parapsicología de Sevilla) para que comprueben que lo paranormal y lo “paranormal” está más cerca de lo que pensamos…

Investigando en la “Casa de las Sombras”
Nos desplazamos a una vivienda privada a las afueras de Sevilla y en el que están ocurriendo fenómenos paranormales de diferente índole, a decir de los testigos. Lorenzo Cabeza –a la sazón autor de las fotografías de este trabajo- lo relataba así: “Cuando mi compañera Mª. Carmen Bravo y yo llegamos a la vivienda, ya en su interior se encontraban José Manuel García Bautista, Leo Baisón y un compañero de la radio, de “Voces del Misterio”, Miguel Ángel Paredes, así como parte de la familia que vivía en esta vivienda, y digo «vivía» ya que debido a la cantidad de fenómenos extraños que ocurren en su interior han decidido, temporalmente, abandonar la casa e irse a vivir con un familiar”.

Una vez dentro del inmueble nos informamos de lo que ocurre y como está la situación en ese momento, en la tarea de información sobre el lugar y recabar los testimonios de los habitantes de la misma se puede grabar una parafonía que nos dice: «Súbele». A los pocos minutos, mientras realizamos una sección de psicofonías en el cuarto de matrimonio, a la pregunta de nuestra compañera Mª. Carmen Bravo: “¿Hay alguien aquí con nosotros?”, surge una nueva parafonía que impresiona, hay una primera voz, muy baja en volumen, de lo que parece ser una niña o entidad joven que le responde: «Yo, Carmen» y después una voz mucho más agresiva y grave, como de hombre mayor, que contesta contesta «Si, Yo».

La señora de la casa nos cuenta que en una ocasión tanto su hija mayor como ella llegan a ver una señora vestida de época victoriana, como de épocas pretéritas.

En otra de las visitas a esta vivienda, durante una larga noche de investigación y mientras nuestra compañera Mª.Carmen se encontraba sentada en los escalones de la escalera que sube a la planta superior, pudimos ser testigos de primera mano de cómo nos tiraban lo que parecía ser una piedra u objeto contundente, quedando grabado en nuestras cámaras de vídeo. Cuando encendimos las luces y nos dispusimos a buscar lo que nos habían arrojado desde la planta superior no encontramos nada en el suelo. Una especie de aporte que tal y como apareció desapareció.

Pero la investigación no pudo arrojar una explicación razonable a este caso. En el pasado del lugar no hay nada lúgubre o hecho violento que haya podido suceder y salvo que sus anteriores inquilinos realizaran prácticas esotéricas sin definir poco más se puede aportar salvo los fenómenos registrados y parafonías captadas que podrían ser catalogadas como de “inexplicables”.

¿Qué misterio esconde “Pero-Mingo” el bajo?
El misterio tiene mil y una sorpresas que deparar a todo aquel que lo busca y trata de investigarlo, de hallar respuesta para las muchas preguntas que se plantean y, sobre todo, saciar la curiosidad que nos lleva a preguntarnos la razón por la que en determinados lugares suceden fenómenos que no logramos entender y que son tildados de inexplicables.

De la mano del Grupo de Investigación GPS nos adentramos en uno de esos casos que genera mil y una historias, y leyendas, en torno a sucesos extraños en su interior -si bien es un caso que inicialmente informó de su presencia Fede ‘Tiki’ e investigaron primeramente y acudieron en diferentes ocasiones José David Flores y Selena Grimes, siendo las principales fuentes de información y documentación-. Estamos hablando del caso de la hacienda sevillana de Pero-Mingo El Bajo, una de las más antiguas de las que se tiene constancia en España y que, según la base del Patrimonio del Inmueble de Andalucía, posee asentamientos del alto y bajo imperio Romano y de la Edad Media, igualmente se ha constatado restos cerámicos en superficie muy diseminados y de carácter romanos y medievales.

Si seguimos documentándonos en torno a su Historia encontraremos que según la cronología esta datado entre el siglo I y III de nuestra Era y también hay indicios de haber tenido ocupación medieval. Fue construida por presos y esclavos de la época, cabe destacar que tiene varias vasijas semienterradas en una nave lateral, un molino en la zona izquierda del patio y una torre contrapeso que posteriormente sirvió de palomar. Podría datar de entre los siglos XV y XVI, en el año 1599 emparentando a Alfonso Milla con Cristóbal Lasso de la Vega hicieron un Mayorazgo en la que entre las fincas de su propiedad estaba Pero-Mingo El Bajo, de su molino se tenía constancia en 1603 y que su propietario era D. Jerónimo Barba.

Debido a los fenómenos que se narraban que sucedían en su interior se acude a realizar una investigación de campo junto a los miembros fundadores de la Asociación Osiris de Misterios en Sevilla, José David Flores y Selena Grimes. Así la primera toma de contacto se realiza con ellos poniéndose de manifiesto la documentación histórica realizada a resultas de informarse sobre la antigua hacienda.

Comenzada la investigación la compañera Carmen Bravo, de GPS, comienza una sesión de psicofonías, tanto abiertas como cerradas, es decir: dejando la grabadora funcionado sin preguntar o haciendo preguntas de forma expresa y esperar que capte las denominadas “voces del misterio”.

Los resultados fueron positivos y se consiguieron respuestas, o inclusiones psicofónicas, que decía palabras como “supongo que sí”, “venga” o “muerto”. Igualmente se realizaron pruebas con la Psb7 o Spirit-Box.

Durante nuestra estancia en Pero-Mingo El Bajo se pudieron escuchar pasos y hasta, como comenta Lorenzo Cabeza: “en una pregunta que hacemos, si podían dar un golpe nos llamó la atención obedeciendo a nuestra pregunta y dando un golpe en una de las paredes de la estancia donde estábamos”.

Unas semanas más tarde regresa el grupo GPS, en esta ocasión acompañados por el hijo de Lorenzo Cabeza –también llamado igual- y las sorpresas no se hicieron esperar: “desde el minuto uno nos sentimos vigilados, lo que nosotros los amantes del misterio cuando realizamos una investigación de campo llamamos un silencio incomodo, de esos que no se escuchan ni el canto de los pájaros; estábamos muy incómodos y en varias ocasiones tuvimos que suspender momentáneamente la investigación y secciones de Spirit-Box o psicofonías porque escuchábamos susurros y hablar gente a nuestro alrededor, cosa que nos llevaba a pensar de que alguien había entrado en el lugar”.

Los detectores de movimiento también comenzaron a detectar “algo” que no podía ver: “uno de los sensores de movimiento, dejado con el fin de que si alguien entraba saltara, avisándonos, saltó en tres ocasiones en la que otras tantas tuvimos que dejar de grabar y comprobar sin resultados que no había entrado ningún extraño y que seguíamos “solos”. Fue muy extraño”.

Al finalizar esa segunda visita salieron con la sensación no “no haber estados solos en la hacienda” e, incluso, teniendo sus propios conclusiones: “el grupo GPS ha llegado a la conclusión de que esta investigación ha sido una de las más interesantes, sin desprestigiar a ninguna anterior por supuesto, pero si por los datos históricos y por poder decir que hemos investigado en uno de los lugares con más historia de nuestro país que, por supuesto, esta investigación sigue abierta y que volveremos en varias ocasiones más, tanto en investigaciones diurnas como nocturnas y que os ofreceremos también los nuevos resultados”.

En esta investigación se captan inclusiones parafónicas significativas, Mª. Carmen Bravo pregunta: “¿Eres un trabajador de esta hacienda?” y una voz “se cuela” en forma de respuesta: «Supongo que sí». En otra ocasión, mientras David nos comenta parte de la historia de este maravilloso lugar, se cuela otra voz susurrante que nos dice: «Pongan» aunque no sabemos a que se refiere o que quería que pusiéramos y donde.

El misterio sigo vivo en el interior de la hacienda Pero-Mingo El Bajo y todos los secretos que aun esconde.

Manifestaciones imposibles en la “Casa de los Horrores”
De la mano de Andrés Blanco tenemos la ocasión de acceder a una investigación muy particular en un lugar donde pocos podrían afirmar que se den fenómenos paranormales y, sin embargo, la sorpresa salta nuevamente para asombro de todos.

Andrés Blanco nos contaba antes de esta investigación, en la tarea de documentación sobre el lugar, que la casa pertenecía a una familia adinerada de Sevilla y que la tenían para pasar veranos alejados del ruido y del calor de la capital. La casa comenzó a gozar de menos predilección de la familia cuando comenzaron a producirse hechos extraños, siendo la razón principal por la que estaban allí durante el día pero las noches regresaban a Sevilla, a su residencia habitual; fue cuando los fenómenos paranormales son tan evidentes que asustan que la familia decide no regresar allí más.

Sorprende, en extremo, cuando se visita el lugar, ver como aún hay ropa, muebles y enseres personales de la familia.

Después de años abandonada pasa a ser ocupada por una familia rumana, ante la situación ilegal el guarda de los campos aledaños informa a la Guardia Civil personándose una patrulla con dos agentes que toman los datos de estas personas. Se niegan a abandonar la casa pero “algo” sucede que hace que a la mañana siguiente, la familia huyera rápidamente de la casa, una marcha apresurada en la que, igualmente, dejaron atrás enseres personales y hasta juguetes de los niños que tenía la pareja.

El guarda antes hemos mencionado también narraba como, en varias ocasiones, ha visto luces en el interior de la vivienda y sombras, él no entra y no se acerca a esta residencia, bajo la creencia que “allí pasan cosas raras”.

En nuestra investigación nuevamente captamos ruidos extraños y parafonías, indicaciones de “voces del misterio” que desde ese “otro lado” parecen manifestarse hoy en aquel deshabitado y extraño lugar. Bajadas de temperatura, alteraciones de campos electromagnéticos y la sensación de que allí no se está solo.

Son las casas encantadas lugares cuyo “mecanismo” nunca lograremos descifrar, se acude en dos tendencias de investigación, la primera de ellas –que es a la que no recurrimos en nuestro caso- es vía médium o persona dotada de una especial sensibilidad que se “pone en contacto” con lo que habita un determinado lugar. Este tipo de investigación siempre va a estar tildada de sugestionada e, incluso, de parcial, pues se ponen de manifiesto valores subjetivas al ser un individuo el foco y canalizador de un mensaje o de los presuntos fenómenos paranormales que suceden en el lugar.

Otras opciones en esta vía de investigación en recurrir al péndulo, el juego de “las tijeras” o, directamente, hacer una ouija que, de alguna forma, desencadene el proceso de manifestación en el inmueble o el lugar objeto de investigación.

Nuestro sistema de investigación es más técnico –que no quiere decir que sea mejor o peor, aunque nosotros lo preferimos-, recurrimos a la tecnología, a cámaras de vídeo, infrarrojos, térmicas, detectores de presencia, detectores de campos electromagnéticos, circuitos de vigilancia e instrumentos preparados para captar o darnos lecturas que poder aplicar para la correcta interpretación del fenómeno descrito por unos testigos en un lugar. Igualmente nos apoyamos en una profunda investigación histórica del lugar para tratar de encontrar el vestigio de aquello que llaman lo “imposible” y que nosotros llamamos Misterio.

 

EL TRIÁNGULO MAGNÉTICO EN SEVILLA

EL TRIÁNGULO MAGNÉTICO EN SEVILLA

Por: Jose Manuel García Bautista

Hay en la provincia de Sevilla un lugar tan mágico como especial, tan misterioso como histórico, tal ufológico como poco definido… Un lugar donde los No Identificados han sido vistos con profusión y los testigos se cuentan por docenas allá donde no hay respuesta a sus preguntas y si mucha perplejidad. Ese lugar es el bautizado, por la primera generación de ufólogos andaluces, como Triángulo Magnético de Sevilla.

No es de extrañar, pues siempre han destacado unas zonas por encima de otras a la hora de manifestaciones de este tipo, donde los OVNIS parecen encontrar un placer especial a la hora de aparecer. Y sin duda este Triángulo Magnético es uno de ellos, por sus especiales características y sucesos que allí han acontecido.

En todos estos años se ha podido experimentar de todo: avistamientos de luces, colores y formas no habituales en el cielo, encuentros con seres extraños de aspecto no terrestre, abducciones, etc. Por ejemplo, son famosos los casos de la persecución OVNI a Adrián Sánchez hasta que llegó a El Castillo de las Guardas, o un asombroso encuentro con casi ochenta criaturas de aspecto humanoide que descendieron de una nave en medio de una huerta –caso vivido por Juan El Palmareña-, o asimismo el enorme número de avistamientos en la zona desde hace ya muchísimos años, destacando la gran cantidad de demostración ufológica que se desarrolló en dicho triángulo entre los meses de diciembre de 2002 y enero de 2003, en la primera gran oleada del siglo.

Los testigos, prácticamente, coinciden en todos sus testimonios con otras personas que también vivieron estas experiencias en dicho Triángulo Magnético, describen avistamientos de objetos voladores no identificados de forma triangular, con tres luces de color rojo en sus vértices y sin parar de girar, manteniéndose a unos 20 metros del suelo. Según los testigos las luces rojizas se tornaron en otras de color azul verdoso y blanco, y pertenecían a un objeto imposible de confundir con un avión o algo semejante. Incluso algunos han repetido experiencia en la misma zona, llegando a tener avistamientos no sólo de las naves, sino de sus tripulantes: criaturas de cierto aspecto humano y brillante. En otras ocasiones sólo es una gran luz que acompaña o persigue al coche y que siempre es explicado recurriendo al fenómeno ufológico.

A lo largo del tiempo ha seguido sucediéndose los avistamientos de objetos volantes no identificados en la zona y las investigaciones demostraron que en rara ocasión eran explicables bajo premisas de objetos aéreos de fabricación humana, condiciones atmosféricas o meteorológicas e, incluso, a satélites en órbita o drones.

Perteneciente a esas oleadas de 2002 y 2003 encontramos relatos escalofriantes de esas luces extrañas, incluso no sólo se dejaron ver desde el cielo sino que llegaron incluso a perseguir a más de un automóvil por la carretera, acosando y agobiando a sus ocupantes, que llegaron a ver a sus ocupantes escribiéndolos como de aspecto nórdico y extrañamente idénticos, casi albinos y de pelo largo, muy típico en el estereotipo tradicional de sus «tripulantes».

El OVNI de Doñana
Se ha cumplido recientemente 20 años de la tragedia natural de la presa Boliden-Apirsa en Aznalcóllar, por ese motivo quiero recordar el caso del OVNI que fue visto aquella noche sobre las instalaciones:

En la madrugada del 25 de Abril de 1998 se produjo en el límite de las provincias de Sevilla y Huelva lo que pudo haber sido el mayor desastre ecológico de nuestro país. En el término municipal de Aznalcóllar, a unos 50 kilómetros de la capital hispalense, tiene su asentamiento la presa de la compañía sueco-canadiense Boliden – Apirsa, dedicada a la minería y destinada al depósito de residuos industriales pesados derivados del lavado y limpieza de la pirita, mineral de hierro, cobre, plomo y mercurio, aunque también se comentó que contenía productos altamente tóxicos procedentes del polo químico de Huelva.

Aquella madrugada un fatal corrimiento de tierras provocó que el contenido de tal almacenamiento anegara todos los terrenos circundantes , produciendo una riada tóxica que se extendió y arruinó, agrícola y económicamente , un gran número de comarcas vecinas situadas en el recorrido de lo que se ha denominado la “ola tóxica” , como Olivares, Sanlúcar la Mayor, Benacazón, Bollullos, Pilas o Villamanrique, hasta finalmente alcanzar el entorno natural del Parque Nacional de Doñana, que se vio afectado parcialmente. De haber dañado más seriamente tan bello paraje, hoy sin dudas estaríamos hablando del mayor desastre ecológico de nuestro país.

En una primera investigación se determinó que el desastre fue debido a un desafortunado corrimiento de tierras, aunque esta explicación no tuvo en consideración sucesos de otro tipo que también se produjeron esos días en aquellas tierras…

Avistamientos en el Triángulo Magnético
Mucho antes de que se produjera el desastre ecológico, la zona de Aznalcóllar era ya famosa -al menos en los círculos ufológicos- por estar enclavada en lo que algunos investigadores denominan como el Triángulo magnético, evocando al famoso Triángulo de las Bermudas, y cuyos vértices serían ubicados en las localidades y entornos de Gerena y El Castillo de las Guardas. Un «triángulo» conocido por los innumerables fenómenos ufológicos que en él se han producido, como avistamientos de OVNIs y luces extrañas, casos de VdD -visitantes de dormitorio- e incluso encuentros con humanoides.

Tan abundante -ufológicamente hablando- es dicho enclave que en muchas ocasiones ha sido el lugar elegido por diferentes asociaciones y grupos de Ufología para realizar distintas alertas OVNI con excelentes resultados. La zona en sí es lo que se denomina un «punto caliente», característica compartida en los últimos meses por las vecinas localidades de El Garrobo e Higuera de la Sierra.

Pues bien, justo en la madrugada del 24 al 25 de Abril de 1998, sobre las 4´00 h.- 4´30 h., se produjo un espectacular avistamiento OVNI. Mientras circulaba con su vehículo por la N-433 camino de su domicilio, sito en un cortijo de una pedanía de la localidad onubense de Aracena, un testigo que desea preservar su identidad se vio sorprendido por una extraña e intensa luz que surcaba el cielo nocturno de la zona y que, según explicó, alternaba lentamente los colores blanco brillante y rojizo anaranjado mientras oscilaba arriba y abajo siempre sobre la misma zona.

Como quiera que el testigo, buen conocedor de estos parajes, observó el objeto durante largo tiempo mientras conducía, pudo calcular su posición aproximada y ésta era, sorprendentemente, la zona de Aznalcóllar y los terrenos pertenecientes a Boliden-Apirsa. En declaraciones posteriores, este testigo manifestó su sorpresa tanto por la ubicación de la extraña luz como por su «empeño» en mantenerse sobre ese lugar determinado y particular.

Dos días después de la rotura de la presa, se trasladó a Gerena a fin de llevar a reparar su receptor de televisión. El técnico local, Joaquín Mateos Nogales, resultó ser también ufólogo e investigador, por lo que le confió el singular suceso del que había sido protagonista. Finalmente ambos entraron en contacto con otro conocido ufólogo sevillano, Ignacio Darnaude, quién también manifestaría su sorpresa ante el hecho de que el avistamiento se hubiera producido horas antes de la fatal rotura que provocó el vertido de la presa de Aznalcóllar.

Pero no acabó ahí. Aproximadamente a las 23.30 horas, del día 30 de Abril del mismo año, se produjo un nuevo avistamiento. En esta ocasión, los testigos fueron cuatro personas que, al igual que días antes, circulaban, con un vehículo por la N-433 camino de la localidad de Higuera de la Sierra eran testigos nocturnos del misterioso vuelo de una formación de aeronaves de origen desconocido en dirección hacia El Garrobo, siendo tan precisa y detallada su observación que pudieron apreciar hasta los «orificios» de las ventanillas.

Concretamente el incidente tuvo lugar cerca de la localidad de El Garrobo, en una curva que se dirige a la denominada Venta Alto. Los protagonistas del mismo se vieron sorprendidos de repente por una formación compuesta por tres objetos que -según dijeron- emitían una fuerte luz que alternaba los colores blanco y rojizo. La noche era tan clara que los sujetos -que se encontraban a unos 150 o 200 metros de los objetos volantes- pudieron divisar, incluso, lo que para ellos afirmaron eran ventanillas. Ninguno de los cuatro dudó en realizar la descripción del suceso. Los Objetos Voladores No Identificados -aseguraron- parecían seguir una ruta lineal entre las localidades de Gerena y El Garrobo (también dentro del famoso Triángulo Magnético). De hecho, dos de los testigos -Lina Ramírez, directora de una institución social en Higuera de la Sierra, y el estudiante Javier López- pudieron observar el singular vuelo de estas naves.

Extraterrestres y catástrofes
Al parecer, avistamientos como los descritos son, tal y como aseguraba el investigador Joaquín Mateos Nogales, de lo más frecuente en estos parajes. Incluso -según explicó- se han dado fenómenos de aterrizaje, como por ejemplo el que se produjo en el sector de las fincas Dueñas, Alegría y Los Garabatos, en Aznalcóllar.

Estos sucesos provocaron que algunos hubieran relacionado la catástrofe de Boliden-Apirsa con la actividad ufológica observada en la zona. Una hipótesis un tanto descabellada pero que, sin duda, vendría muy bien a los intereses de la citada empresa que, acosada por las asociaciones de consumidores y ecologistas, trataba de evadir su responsabilidad con explicaciones como ésta: «La presa presentaba una actividad normal en este tipo de instalaciones y todo se ajustaba a lo dispuesto en la Ley».

Relacionados o no con este desastre, lo cierto es que los avistamientos de OVNIs han seguido siendo frecuentes en la zona, especialmente durante los pasados meses de Octubre y Noviembre.

Respecto a los objetos observados los días 24 y 30 de Abril de 1998, hay otros datos que afianzan la hipótesis de que lo que vieron los testigos sobre el cielo fueron en realidad OVNIs.

Así, según las informaciones facilitadas por el Control de Vuelo de Sevilla, el 24 de Abril la zona en la que tuvieron lugar los avistamientos no registró tráfico aéreo alguno, ni de helicópteros ni de aviones. Por su parte, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) confirmó paralelamente que tampoco se había realizado ningún vuelo experimental en la zona. Por el contrario, en los días inmediatamente posteriores al desastre los cielos de aquel enclave se vieron surcados por un inusual trasiego de helicópteros de la Policía, Guardia Civil, DGT -Tráfico- y medios de comunicación.

En cualquier caso, lo cierto es que las luces observadas por los testigos de estos incidentes no pudieron ser provocadas -como se apuntó- por potentes fuentes de luz supuestamente pertenecientes a la presa ya que la instalación carecía de un mínimo de iluminación o señalización luminosa. Es decir, en aquellos momentos no había luz suficiente como para generar un fenómeno de tales características. Y aunque el Instituto Nacional de Meteorología indicó que la noche del 24 de Abril fue algo nubosa, estas condiciones no justifican que las luces observadas por los testigos fueran el producto de algún tipo de manifestación atmosférica, ya que los avistamientos fueron -siempre según quienes los presenciaron- lo suficientemente claros como para no prestarse a la duda.

No parece desacertado, entonces, plantear la hipótesis OVNI –como algo que vemos en el cielo y no sabemos lo que es, dejando HET (Hipótesis Extraterrestre) a parte- dado que la zona geográfica comprendida entre Aznalcóllar, Gerena y El Castillo de las Guardas, el denominado como Triángulo Magnético, ha sido escenario de numerosos avistamientos. Otra cosa es tratar de relacionar estos hechos con catástrofes como la de Aznalcóllar hace 20 años, si bien es cierto, por otra parte, que no es la primera vez en la que los avistamientos se producen antes o durante una desgracia provocada por causas naturales o humanas…Pero, ¿quién podría asegurar que «ellos» han tenido algo que ver?

 

FENÓMENOS PARANORMALES EN LA COMISARÍA DE LA GAVIDIA

FENÓMENOS PARANORMALES EN LA COMISARÍA DE LA GAVIDIA

Por: Jose Manuel García Bautista

Hay un lugar muy especial en Sevilla en el que, lejos del siempre evocador aroma del azahar, se esconde un imponente edificio que nos recuerda viejos tiempos, a veces imborrables en la memoria por su halo de maldad, allá dónde el dolor y las tragedias personales se fundían con la delincuencia y la cara menos amable de la ciudad, ese lugar es la antigua comisaría de la Gavidia.

Son muchos los sevillanos que recuerdan este vetusto edificio cuando aún funcionaba y se acudía al mismo a realizar mil gestiones como renovaciones del carnet de identidad pasaportes, denuncias… Todo lo relativo con la Ley y su cumplimiento está relacionado con el mismo e, incluso, agentes de esta comisaría participaron indirectamente en casos paranormales de Sevilla que, con posterioridad, serían notables en el panorama nacional.

Pero hoy es noticia por una serie de hechos que carecen de explicación y que se están produciendo en su interior, ruidos extraños, quejidos, llantos, gritos lastimeros e, incluso, hay testigos que han afirmado haber visto su interior una extraña sombre que deambula por diferentes zonas del mismo.

Experiencias imposibles
El edificio cerró sus puertas –oficialmente- en 2003 y desde entonces ha sido foco de no pocas polémicas. Pero lo interesante del edificio llega con los testimonios de aquellos que han accedido a su interior o han trabajado en el mismo. Es interesante pues narran sucesos que son calificados como inexplicables y que, de alguna forma, por lo acaecido, entran directamente en el terreno de lo paranormal.

Nuestro primer testimonio pertenece a J.M.L., entrado en años, tuvo la oportunidad de acudir a la vieja comisaría a realizar una inspección del lugar, su sorpresa sería mayúscula con una experiencia que iba a vivir, así nos lo narraba: “Fui a hacer una inspección de una zona del edificio, aquello estaba solo, era tras el cierre de la comisaría, a los meses, ya no había policía allí. Accedía a la planta donde me dirigía y fue cuando, por las escaleras, sentí como si alguien se quejara. Pensé que era en la calle, próximo a este sitio hay un colegio y unos grandes almacenes o una plaza con mucha gente, muy ruidosa. No le di más importancia. Estuve revisando los despachos, que aún tenían mobiliario y volví a sentí ese quejido. Me volví y asomé al pasillo no viendo nada extraño pero, de repente, note una bocanada de aire muy frío, se me pusieron los vellos de punta, y ante mí, a los pocos metros, pude ver perfectamente como un hombre pasaba con mal aspecto, desarrapado, con la camisa rota, desaliñado… Lo veía como te veo ahora mismo a ti y no pude menos que gritarle: “¡Oye!… ¿Necesitas ayuda?”. Aquel tipo no contestó y lo peor es que desapareció delante de mí igual que había aparecido”.

El testigo, cariacontecido, trató de reponerse de aquella impresión buscándole una posible explicación: “Pensé que podría ser alguien que por algún lado de había colado y que pasaba allí la noche, un “okupa” o un indigente, y que se habría hecho daño o algo pues el quejido indicaba que no se encontraba bien. Me dirigí a la parte donde lo vi y allí no había nada y mucho menos una puerta, ventana o agujero por el que pudiera haber podido escabullirse… Por mucho que traté de encontrarle una explicación no se la encontré y, a veces, es mejor no darle muchas vueltas máxime en un edificio como este”.

No es único caso que testimonia haber sufrido hechos extraños en su interior, así, A.G.P. y M.S.C., entraron en el interior de la comisaría “por echar un vistazo”. El acceso al interior estaba restringido y pocos eran los que podían tener acceso al mismo pero por razones laborales ambos estuvieron en la vieja comisaría. “Fue extraño, una cosa que jamás me había pasado. Era por la tarde, no deberíamos ni de estar allí pero ya sabes que hay veces que acudes a trabajar fuera de horario, ¡qué remedio! La cosa es que estaba con un compañero y sentimos pasos. Era raro pues sabíamos que sólo nosotros estábamos allí pero siempre piensas que se ha podido colar alguien y más en un edifico tan grande. Miramos en la sala pero no había nadie, era imposible vaya. Entonces volvimos a sentir pisada y fue cuando vimos a un chico joven, de unos 22 o 23 años, que parecía ir camino del sótano. Le gritamos que allí no podía estar pero siguió su camino como si tal cosa. Le seguimos, sentimos hasta más pisadas pero cuando llegamos a la zona donde debería estar lo único que encontramos fue una puerta cerrada a la que, desde luego, era imposible que hubiera accedido o abierto y por detrás estábamos nosotros con lo que era imposible que se hubiera ido sin que lo hubiéramos visto. Mi compañero entonces me dijo algo que nunca olvidaré: “Mira que este sitio tiene mal bajío, que aquí se escuchan cosas raras y que dicen que hay espíritus”. Y no sé la razón pero a mí se me cortó el cuerpo…”.

Nuestros dos testigos decidieron abandonar la vieja comisaría pero, antes de salir, volvieron a vivir algo extraño: “Nos íbamos ya pero al encarar la puerta que da a la calle sentimos claramente tras nosotros una voz joven, de hombre, que decía: “¡No os vayáis!”. Ambos nos volvimos y gritamos: “¡¿Quién hay ahí!?”. Nadie contestó, volvimos a preguntar pero no hubo respuesta. Fue cuando mi compañero dijo que estaba ya atardeciendo y que era mejor marcharse de la comisaría por si acaso y eso fue lo que hicimos”. Puede que todo sea producto de la sugestión y los relatos que pesan sobre el lugar pero la experiencia vivida no se puede negar a los testigos desconociéndose que pudo provocarla.

Una sombra por los calabozos
Una de las zonas que peores sensaciones da de esta comisaría es la de los calabozos, lugar frío –por lo que implica- donde también se ha podido describir lo que es llamado como “una sombra”. La zona de los calabozos, además, tiene una terrible historia, una historia que nos habla de torturas… Eran otros tiempos pero el acto contra el ser humano es igualmente deleznable.

En la zona de calabozos los testigos narran el haber podido escuchar, perfectamente y sin lugar a confusiones, lo que son “llantos y voces, susurros que vienen del interior de la galería de celdas y que, en muchos casos, es como si alguien estuviera allí pidiendo ayuda, llorando o quejándose de su destino”.

Pero también –quizás producto de la sugestión- se ha podido ver una sombra que se dirige a una de las celdas: “Cuando llevas una linterna o la antorcha de la cámara y, delante de tuya no llevas a nadie, pero ves cómo hay una sobra que se proyecta al interponerse con la fuente de luz te preguntas: “¿De dónde demonios sale eso?”, pues físicamente nadie llevas delante pero la sombra la has podido ver perfectamente”, comentaba otro de los testigos que ha accedido al lugar.

Los vecinos de las calles aledañas – cómo San Juan de Ávila- también comentan hechos que les resultan especialmente extraños tales como luces en las ventanas o una “sombra” que se pasea como si estuviera dentro del edificio. “Es difícil explicar sobre todo cuando saber que allí hace ya más de una década que no hay actividad policial pero, sin embargo, hay noches en las que ves luz en determinadas ventanas, una luz tenue que, desde luego, no es el reflejo de nada desde fuera. Ves esa luz que además va cambiando de ventana o la ves de lejos y piensas que igual es la propia Policía que ha acudido a algo al edificio o que hay un vigilante de seguridad haciendo una ronda, pero luego te enteras que ni lo uno ni lo otro… O cuando vez una silueta y dices “ahí hay alguien” pero tampoco y, lo peor, es que desaparece delante de ti… No quieres creer en fantasmas pero hay ocasiones que invita a ello”.

La comisaría de la Gavidia
En el lugar que ahora está la comisaría de la Gavidia antaño podíamos encontrar –según plano de Pablo Olavide fechado en 1771- un entorno muy diferente pues la cercana Plaza del Duque estaba acompañada por una iglesia gótica: la iglesia de San Miguel. Fue construida en el siglo XIV y demolida por La Gloriosa en 1868; en este entorno también encontramos un colegio jesuita, el de San Hermenegildo. Con posterioridad el colegio pasaría a ser un cuartel que se derribó en 1957 del que se mantuvo el templo oval con catalogación de Monumento Nacional. En la zona también destacan los palacios de los Sanchez-Dalp, Palomares o de Cavalieri que se demolieron siendo alcalde de Sevilla el Marqués del Contadero. La Plaza del 18 de Julio constaba de tres bloques y en uno de sus lados se edificaría la Comisaría de Policía, en 1966, siendo obra de los arquitectos Monserrat y López de Asiaín.

Pero la comisaría, la Jefatura Superior de Policía Nacional y de la Capitanía General, es hoy Lugar de Memoria Democrática, consideración otorgada por la Junta de Andalucía en el año 2017 y es propiedad del Ayuntamiento de la ciudad.

Hechos horribles

La comisaría de la Gavidia guarda un secreto que bien pudiera justificar los extraños sucesos que –a decir de los testigos- se producen en su interior. Así es conocido que en una zona concreta de la misma, el centro de detención, las personas eran torturadas. Era la década de los 60 del pasado siglo XX y en este país las libertades no eran respetadas, así las personas relatan cómo dentro de las mismas se pegaba a los detenidos hasta límites insospechados. La Sevilla de la época estaba “gobernada” por José Utrera Molina, exministro de Franco y Gobernador Civil de Sevilla, y sobre él recaen muchas de las responsabilidades de aquellos años.

María del Carmen Vázquez era una empleada del sector textil que, en aquellos años, desarrollaba una sindical “molesta” para autoridades y empresarios. Ella refiere cómo fue detenida por dos policías y llevaba a un sótano donde es introducida en una celda, una celda “fría y oscura”. El mismo sitio donde hoy se escuchan esos quejidos lastimeros, esos quejidos de otros tiempos.

Otra trabajadora, del sector de la sanidad, Fátima Carrillo, vivió algo muy similar y así lo narra en el documental ‘Comisaría de la Gavidia. Lugar de Memoria Democrática’, de Comisiones Obreras (CCOO) y realizado por Intermedia Producciones en colaboración con la Fundación de Estudios Sindicales y Cooperación de Andalucía así como el Ayuntamiento de Sevilla “una cosa como lo que contaban de los nazis: tuve la sensación de que podía desaparecer”, sobre los calabozos y la tortura psicológica a las que se sometía con sólo ver el lugar; ella fue detenida por su relación con la propaganda política de la época.

El sindicalista Eduardo Saborido, en 2006, decía de la Gavidia: “Es un pasillo sin salida con tres calabozos pequeños que se conservan. Una piedra para dormir. Silencio sepulcral. Totalmente aislado en esta celda bastante sucia generalmente”.

Kechu Aramburu era una estudiante con militancia política, fue detenida y conducida a la Gavidia, allí “se quiebra una parte de nuestra vida” y se hace “realidad y tangible la lucha por la libertad., añadiendo que en la vieja comisaría “todo era posible, te podías quedar allí, maltratos, tortura…”.

Francisco Rodríguez, en el mismo documental, narra otra dura experiencia: “Mi madre le dijo a Beltrán (el agente de la Brigada Político Social Francisco Beltrán): ‘Mire, le voy a decir una cosa. Me sacaron dos hermanos de mi casa y no volvieron. A mi marido le sacaron a su padre y tampoco volvió. Éste tiene que volver porque yo me he quedado con su cara’. La pobre… Y le dijo: ‘Señora, por favor, eso eran otros tiempos’. Serían otros tiempos, pero a punto estuve de no volver tampoco”, fue detenido por propaganda política.

Paco Sánchez Legrán era trabajador de Hispano Aviación, en Triana, fue detenido tras las pintadas en fábrica de textil de Hytasa en 1969, recordando: “La BPS me pilló y fui directo a los calabozos. Nunca supe si era de día ni de noche pero nunca lograron que tuviera miedo hasta que me vi la cara destrozada por los puñetazos y las patadas en el estómago”. Del comisario Beltrán no guarda buen recuerdo: “Era un torturador psicológico que venía cuando terminaban de pegarme los de la rueda. Otros agentes te pisaban, te tiraban al suelo, te volvían a levantar. Eso ocurría en la tercera o cuarta planta y en el sótano estaban los calabozos”.

A modo de conclusión
La negra Historia del lugar, la cruel Historia de la Gavidia, su pasado más remoto, su relación con hechos totalmente censurables permitidos o mandados realizar por las autoridades de la época hace que la Jefatura Superior de la Policía Nacional sea un lugar marcado, un lugar marcado por lo desconocido.

Tal vez todos estos fenómenos inexplicables, o paranormales, no sean más que el resultado de toda esa energía, sufrimientos, dolor, represión y deshumanización contenidos en ese contenedor de emociones que es hoy el edificio de la vieja comisaría de la Gavidia…¿Quién sabe?

 
 
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